Las radios clásicas, que reunían a la
familia antes de la llegada de la
televisión, son objetos que nos fascinan
hoy día. A su gran belleza añaden la
emoción de un funcionamiento fiel, a
menudo bastantes décadas después de su
fabricación.
Normalmente, estos atractivos aparatos
tienen carcasa de madera, por lo que su
recuperación comprende dos capítulos muy
diferentes: la madera y la electrónica.